Los resfriados y la gripe son enfermedades muy contagiosas. Se propagan fácilmente de persona a persona a través de las gotículas que se producen al toser o estornudar. También se pueden propagar a través de contacto directo con objetos contaminados, como juguetes, teléfonos celulares o mesas.
Los adultos pueden infectar fácilmente a los niños con resfriados o gripe. Sin embargo, los niños también son muy contagiosos y pueden infectar fácilmente a los adultos. De hecho, los niños son la principal fuente de propagación de estas enfermedades durante las epidemias de resfriados y gripe.
Por lo tanto, es importante que los adultos tomen medidas para protegerse a sí mismos y a los niños de los resfriados y la gripe. Estas medidas incluyen lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y evitar el contacto directo con personas enfermas.
También es importante que los niños se laven las manos con frecuencia, cubran la boca y la nariz al toser o estornudar, y eviten el contacto directo con personas enfermas. Los niños también deben evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Si usted o su hijo están enfermos, es importante que se queden en casa para evitar infectar a otras personas. Los niños enfermos deben quedarse en casa hasta que estén completamente mejorados.
¿Cómo protegemos a nuestros hijos?
La mejor manera de proteger a nuestros hijos del resfriado y la gripe es vacunándolos. Las vacunas son seguras y eficaces, y están disponibles gratuitamente para niños de 6 meses de edad o más. También es importante que los adultos se vacunen para protegerse a sí mismos y a los niños.
Otras medidas que puede tomar para proteger a su hijo del resfriado y la gripe incluyen:
- Mantener un ambiente limpio y desinfectado en su hogar.
- Lavar las manos de su hijo con frecuencia.
- Mantener a su hijo alejado de personas enfermas.
- Enseñar a su hijo a cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
- Enseñar a su hijo a lavarse las manos con frecuencia.
- No permitir que su hijo toque los ojos, la nariz y la boca.
Si su hijo se enferma, es importante que se quede en casa para evitar infectar a otras personas. Los niños enfermos deben quedarse en casa hasta que estén completamente mejorados.
¿Cómo protegemos a nosotros mismos?
La mejor manera de protegernos del resfriado y la gripe es vacunándonos. Las vacunas son seguras y eficaces, y están disponibles gratuitamente para niños de 6 meses de edad o más. También es importante que los adultos se vacunen para protegerse a sí mismos y a los niños.
Otras medidas que puede tomar para protegerse del resfriado y la gripe incluyen:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
- Evitar el contacto directo con personas enfermas.
- Mantener un ambiente limpio y desinfectado en su hogar.
- No tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Si usted se enferma, es importante que se quede en casa para evitar infectar a otras personas. Usted debe quedarse en casa hasta que esté completamente mejorado.
¿Qué hacer si nos enfermamos?
Si usted o su hijo se enferma, es importante que se queden en casa para evitar infectar a otras personas. Los niños enfermos deben quedarse en casa hasta que estén completamente mejorados.
Mientras esté enfermo, es importante que:
- Se lave las manos con frecuencia.
- Cubra la boca y la nariz al toser o estornudar.
- Evite el contacto directo con otras personas.
También es importante que:
- Descanse.
- Beba mucho líquido.
- Tome medicamentos para aliviar los síntomas, según las indicaciones.
Si su hijo se enferma, llame al pediatra. Si usted se enferma, llame a su médico o busque atención médica si tiene síntomas graves.